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Una buena medida para prevenir riesgos en materia de salud laboral en el caso de trabajar en ambientes ruidosos, es usar protecciones fabricadas a medida del canal auditivo.

Hay que tener en cuenta que estar expuesto a ruidos excesivamente altos puede ser perjudicial para la salud mental y física. Entre los 75 dBA y 125 dBA, nuestra capacidad de audición se puede ver empeorada de manera temporal o permanente. Además, el ruido pasa a ser doloroso cuando este llega a los 125 dBA, pudiendo producir el llamado trauma acústico cuando nos exponemos a ruidos de corta duración y gran intensidad superiores a 140 dBA.

Por tanto, para cuidar nuestra salud debemos tener en cuenta la intensidad del ruido que nos rodea en casa y en nuestro entorno laboral. Nuestra calidad de vida se puede ver mermada produciéndose efectos negativos en nuestro sistema cardiovascular, aparato digestivo y glándulas endocrinas.

Otros efectos del ruido como son el insomnio, irritabilidad, dolores de cabeza o estrés, hace que no rindamos al cien por cien en el trabajo. Por ejemplo, no podremos descansar bien en el caso de que tengamos que soportar un exceso de ruido causado por el tráfico nocturno, pudiéndose presentar los síntomas anteriormente descritos durante nuestra jornada laboral.

Aislar acústicamente la vivienda o usar tapones fabricados con material hipoalergénico en casa o, si es el caso, en el trabajo, ayudará a combatir los excesos de ruido mejorando la calidad de vida y salud laboral de empleados y personas en general.