Compartir:

ASEPAL nos advierte que a partir de los 41 grados el cuerpo humano empieza a resentirse y puede sufrir un golpe de calor en el trabajo.

Estamos en verano y aunque son fechas de descanso y vacaciones, muchos trabajadores tienen que ejercer su responsabilidad y acudir a su trabajo. Por lo que tenemos que saber detectar y actuar ante un golpe de calor en el trabajo.

Desde la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (ASEPAL), nos advierten que nuestro cuerpo puede resentirse al soportar temperaturas superiores a 41 grados. Cuando el termómetro alcanza estas temperaturas nuestras funciones vitales empiezan a resentirse y, pasados ciertos límites, se suspenden totalmente.

Las consecuencias ante estas circunstancias pueden ser, calambres, agotamiento y golpe de calor son los principales efectos de trabajar bajo temperaturas extremas

Los síntomas de un golpe de calor son:

  • Temperatura corporal por encima de los 40,6 °C
  • Taquicardia
  • Respiración rápida
  • Cefalea
  • Náuseas y vómitos.
  • Piel seca y caliente
  • Ausencia de sudoración
  • Confusión
  • Convulsiones
  • Pérdida de consciencia y pupilas dilatadas

A tener en cuenta para evitar los golpes de calor:

  • Evitar, o limitar, el esfuerzo físico durante las horas más calurosas del día.
  • Poner a disposición de los trabajadores fuentes de agua potable próximas.
  • Evitar beber alcohol o bebidas con cafeína, ya que deshidratan el cuerpo y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades debidas al calor.
  • Organizar ciclos de trabajo – descanso. En este sentido, es preferible realizar ciclos breves y frecuentes de trabajo-descanso que períodos largos de trabajo y descanso.
  • Dormir las horas suficientes y seguir una buena para mantener un alto nivel de tolerancia al calor.
    Proteger la cabeza con casco, gorras o sombreros, según sea el trabajo realizado.